El cierre de un despacho o una oficina es un proceso que, aunque puede parecer sencillo a primera vista, conlleva una serie de pasos y consideraciones que no podemos pasar por alto. Ya sea por una reubicación, una fusión de empresas, o simplemente porque el teletrabajo ha llegado para quedarse, el cierre de un espacio de trabajo implica mucho más que apagar las luces y cerrar la puerta. Desde la retirada de mobiliario hasta la destrucción de documentos y discos duros, hay que tener en cuenta varios aspectos para garantizar que todo se haga de manera segura, eficiente y, sobre todo, responsable.

En este artículo, te guiaremos a través de las claves para cerrar una oficina sin dejar cabos sueltos. ¿Qué hacer con el mobiliario? ¿Cómo gestionar la retirada de documentos confidenciales? ¿Y los discos duros? Vamos a desgranar todo lo que necesitas saber para que este proceso sea lo más fluido posible.


1. La retirada de mobiliario de oficina: ¿Qué hacer con las mesas, sillas y estanterías?

Cuando cerramos una oficina, uno de los primeros desafíos es decidir qué hacer con el mobiliario. Mesas, sillas, estanterías, armarios… todo ese equipamiento que durante años ha sido parte del día a día de la empresa. ¿Lo tiramos? ¿Lo vendemos? ¿Lo donamos? Aquí tienes algunas opciones:

  • Vender el mobiliario: Si el mobiliario está en buen estado, una opción interesante es venderlo. Puedes recurrir a plataformas de segunda mano como Wallapop, eBay o incluso grupos de Facebook especializados en compraventa de muebles de oficina. No solo recuperarás parte de la inversión, sino que le darás una segunda vida a esos muebles.
  • Donarlo: Otra opción solidaria es donar el mobiliario a organizaciones sin ánimo de lucro, colegios o centros comunitarios. Muchas veces, estas entidades están encantadas de recibir donaciones, especialmente si el mobiliario está en buen estado.
  • Reciclaje responsable: Si el mobiliario está muy deteriorado y no es apto para su reutilización, lo más responsable es optar por el reciclaje. Busca empresas especializadas en la retirada y reciclaje de muebles de oficina. Asegúrate de que cumplan con las normativas medioambientales.
  • Almacenamiento temporal: Si no estás seguro de qué hacer con el mobiliario o planeas reabrirlo en otro lugar, considera la opción de almacenarlo en un trastero o almacén temporal. Eso sí, asegúrate de que el espacio sea seguro y esté bien acondicionado para evitar daños.

2. La gestión de documentos: ¿Qué hacer con toda esa papelada?

En la era digital, es sorprendente la cantidad de documentos en papel que aún se acumulan en las oficinas. Facturas, contratos, informes, nóminas… y la lista sigue. Pero, ¿qué hacer con ellos cuando cerramos la oficina? Aquí es donde entra en juego la destrucción de documentos confidenciales.

  • Identifica los documentos confidenciales: No todos los papeles son iguales. Algunos contienen información sensible que debe ser destruida de manera segura para evitar fugas de datos. Documentos con información personal, financiera o legal deben ser tratados con especial cuidado.
  • Destrucción segura: La forma más eficaz de deshacerte de estos documentos es recurrir a empresas especializadas en la destrucción confidencial. Estas compañías utilizan trituradoras industriales que garantizan que los documentos sean completamente ilegibles. Además, suelen proporcionar un certificado de destrucción, lo que te da la tranquilidad de que todo se ha hecho correctamente.
  • Digitalización: Si aún no lo has hecho, este puede ser el momento perfecto para digitalizar aquellos documentos que necesites conservar. Escanear y almacenar los archivos en la nube no solo te ahorrará espacio, sino que también facilitará el acceso a la información en el futuro.
  • Reciclaje: Para los documentos no confidenciales, el reciclaje es la opción más ecológica. Asegúrate de separar correctamente el papel y depositarlo en los contenedores adecuados.


3. La retirada de discos duros y dispositivos electrónicos: ¡Cuidado con la información almacenada!

En un mundo cada vez más digital, los discos duros y otros dispositivos electrónicos son una mina de información. Y no hablamos solo de datos empresariales, sino también de información personal de empleados y clientes. Por eso, la retirada y destrucción de discos duros y soportes digitales debe ser una prioridad.

  • Borrado seguro de datos: Antes de deshacerte de cualquier dispositivo, es crucial asegurarte de que toda la información almacenada ha sido eliminada de forma permanente. Un simple formateo no es suficiente, ya que los datos aún podrían ser recuperados. Utiliza software especializado en borrado seguro o recurre a empresas expertas en la eliminación de datos.
  • Destrucción física: Para mayor seguridad, especialmente en el caso de discos duros, la destrucción física es la opción más recomendable. Empresas especializadas se encargan de triturar o desintegrar los dispositivos, garantizando que la información no pueda ser recuperada bajo ninguna circunstancia.
  • Reciclaje de dispositivos: Una vez destruidos los datos, es importante deshacerse de los dispositivos de manera responsable. Busca puntos de reciclaje electrónico o empresas que se encarguen de la gestión de residuos electrónicos. Muchos de los componentes de estos dispositivos pueden ser reciclados y reutilizados.

4. Aspectos legales y normativos: No te la juegues

El cierre de una oficina no es solo una cuestión logística; también tiene implicaciones legales. Aquí te dejamos algunos puntos clave a tener en cuenta:

  • Protección de datos: Si manejas información personal de clientes o empleados, estás obligado a cumplir con la normativa de protección de datos (como el RGPD en Europa). Esto incluye garantizar que los documentos y dispositivos con información sensible sean destruidos de manera segura.
  • Contratos y facturas: Asegúrate de conservar copias de los contratos, facturas y otros documentos legales durante el tiempo que establezca la ley. Estos documentos pueden ser necesarios en caso de auditorías o reclamaciones.
  • Comunicación con empleados y clientes: Si el cierre de la oficina afecta a empleados o clientes, es importante comunicarlo con antelación y de manera transparente. Esto no solo es una cuestión de ética, sino que también puede evitar problemas legales en el futuro.

5. Planificación y organización: La clave para un cierre sin sobresaltos

Por último, pero no menos importante, la planificación es esencial para que el cierre de la oficina sea un proceso fluido y sin contratiempos. Aquí tienes algunos consejos:

  • Crea un checklist: Haz una lista de todas las tareas que necesitas realizar, desde la retirada de mobiliario hasta la destrucción de documentos. Así te asegurarás de no olvidar nada.
  • Asigna responsabilidades: Si trabajas en equipo, asegúrate de que cada persona tenga claras sus tareas y plazos.
  • Contrata profesionales: Para tareas como la retirada de mobiliario o la destrucción de documentos, no dudes en recurrir a empresas especializadas. Te ahorrarán tiempo y te garantizarán que todo se haga correctamente.

Un cierre responsable y eficiente

El cierre de una oficina es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, atención al detalle. Desde la retirada de mobiliario hasta la destrucción de documentos y discos duros, cada paso debe ser planificado con cuidado para garantizar que todo se haga de manera segura, eficiente y responsable.

Recuerda que, más allá de la logística, este proceso también tiene implicaciones legales y medioambientales. Por eso, es crucial tomar decisiones informadas y, en caso de duda, recurrir a profesionales que te guíen en el proceso.

Así que, si te enfrentas al cierre de una oficina, no te agobies. Con una buena planificación y las herramientas adecuadas, podrás hacerlo sin problemas. ¡Y quién sabe! Quizás este cierre sea el inicio de una nueva y emocionante etapa para tu empresa.